Las obras de adecuación arqueológica de la antigua Iglesia de San Miguel descubren pinturas murales del siglo XVI dentro del proyecto que acomete el Ayuntamiento para la puesta en valor del templo y su entorno

Las obras de adecuación arqueológica de la antigua Iglesia de San Miguel descubren pinturas murales del siglo XVI dentro del proyecto que acomete el Ayuntamiento para la puesta en valor del templo y su entorno

16/12/2022 

El alcalde, Julio Millán; la segunda teniente de alcalde, África Colomo, y el concejal de Cultura, José Manuel Higueras, han visitado las obras de adecuación arqueológica en los restos de la antigua Iglesia de San Miguel y que han sacado a la luz valiosos frescos del siglo XVI, que de forma paralela también serán puestos en valor por el Ayuntamiento de Jaén a través de su estudio y conservación. Así lo ha señalado el alcalde que ha destacado esta intervención con una inversión global de 1,5 millones de euros y que se ejecuta con fondos europeos de la estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (DUSI) cofinanciada por fondos Feder y municipales. En una primera fase ya se están realizando las catas arqueológicas, con una inversión de 334.000 euros y una ejecución de los trabajos en los próximos cuatro meses. “Llevamos ya tres semanas de trabajos y en los próximos meses tendremos los primeros conocimientos sobre los que basar la recuperación de la iglesia y su entorno para conocer nuestra historia, ponerla a disposición de todos los jiennenses y mejorar nuestro atractivo turístico dentro del conjunto patrimonial del casco antiguo”, ha dicho Millán, quien ha recordado que de forma paralela, el Consistorio intervendrá en el arreglo integral de 6 calles próximas a la parroquia con un proyecto que ya está adjudicado y que se centrará en la calle Carnero, plaza de San Juan de Dios, calle San Miguel, Cuesta de San Miguel, Lavanderas y plaza Santo Domingo.

De momento se desconoce sobre qué se construyó la parroquia, pero según los estudios es muy probable que se construyera sobre un edificio relevante como un templo romano o mezquita, una cuestión que se espera dilucidar una vez realizadas estas catas arqueológicas. Sobre el ábside de piedra que se conserva y que se había visto afectado por un derrumbe con la caída del tejado que lo protegía, también se actuará mediante el desescombro de la zona afectada y su limpieza para proceder posteriormente a su estudio y una cubrición provisional para frenar el deterioro. En estas primeras semanas de trabajos también se ha descubierto, a través del picado sistemático de las paredes - conocida como arqueología de la arquitectura-, restos de frescos y murales que se localizan en uno de los arcos naves que darían a la nave principal de la iglesia y que probablemente daten del siglo XVI, coincidiendo con la remodelación importante que parece ser que sufrió la iglesia en esta época y que coincide también con la construcción de la fachada de Andrés de Vandelvira, hoy expuesta en el Museo Provincial de Jaén.

Estos trabajos de “arqueología quirúrgica” se llevarán a cabo tanto en el interior como en la parte exterior de los muros para ver los elementos ocultos en las paredes de las casas en las que el templo de San Miguel quedó segregado en viviendas colindantes, una vez que dejara de ser parroquia y fuera vendido en 1874 y demolido parcialmente. Así se han descubiertos restos de frescos y murales que se localizan en uno de los arcos que daría a la nave principal de la iglesia.

Equipo multidisciplinar.- El alcalde también ha puesto en valor el importante trabajo de documentación que el equipo multidisciplinar de técnicos cualificados de diferentes áreas municipales –arquitectos, arqueólogos, historiadores, aparejadores, archiveros o historiadores del arte, entre otros- está llevando a cabo asesorados también por un comité de expertos. “Por primera vez se ha creado un equipo multidisciplinar de profesionales de distintas áreas del Ayuntamiento que trabajan conjuntamente en un proyecto que es propio del Consistorio”, ha subrayado.

No hay que olvidar que San Miguel es un Bien de Interés Cultural que merece un esfuerzo para su preservación que se asienta en uno de los barrios más antiguos de la ciudad ya que, por un lado, se levanta en lo que fue la antigua Aurgi romana, lo que hace pensar a los expertos que puede haber restos de esta civilización en el subsuelo. Del mismo modo, y al igual que ocurre con otros templos jiennenses, como la Catedral y la Magdalena, muy cercana a San Miguel, es plausible que bajo lo que fue el templo cristiano en el que se intervendrá, se localicen testimonios de un lugar de culto musulmán, una mezquita, como ocurre con la aljama sobre la que se edificó la seo jiennense. El procedimiento para lograr responder a estas preguntas se basa, una vez realizada la fase previa documental, en la ejecución de estas 20 catas arqueológicas que cubrirán no solo el interior de la antigua parroquia de San Miguel, sino la plaza y las calles del entorno, es decir, calle Misericordia y Plaza de San Miguel en los límites sur; Plaza de San Miguel y calle Lavanderas por el este, calle Escalerillas por el oeste y calles Telégrafos y Fernando IV por el norte.

Complejo proceso de identificación.- La fase que ahora acomete el Ayuntamiento a través de la empresa Geocaminos ha comenzado después del complejo proceso de identificación de los restos del templo que quedaban en el interior de las viviendas que embuten la iglesia, para lo que ha sido necesario un trabajo importante de estos por parte del Patronato de Cultura, que dirige José Manuel Higueras, que a su vez se apoyó en la valoración de un comité de expertos. Fruto de este trabajo se localizaron y adquirieron hasta cinco inmuebles en los que se ha constatado la presencia de vestigios importantes de la iglesia, desde pinturas a hornacinas y altares, un proceso administrativo intento que culminó hace poco. Se trata además de un trabajo de una gran intensidad arqueológica y de documentación histórica que a buen seguro permitirá hallazgos muy interesantes. Ahora se procederá, mediante demolición controlada de estas viviendas y previa localización y protección de los restos de la iglesia, a la documentación de los paramentos interiores y exteriores del inmueble, momento en el que se aprovechará para analizar las distintas etapas por las que pasó el templo. Igualmente se procederá al análisis de los resultados obtenidos y su valoración, con la obtención de muestras para estudio y análisis de las patologías que puedan afectar a los restos del edificio y la elaboración de la propuesta de conservación y puesta en valor de la zona, todo ello supervisado por los técnicos municipales.

La actuación contempla un importante trabajo en lo que se conoce como arqueología de la arquitectura, que es la intervención arqueológica integral de todos los inmuebles que tiene la iglesia, con un estudio de todos los elementos que conforman el entramado de casas que la engloban, desde el subsuelo a las paredes. La documentación que existe sobre la iglesia de San Miguel la sitúa abierta al culto en el siglo XV, con una influencia gótica notable. Ya en el siglo siguiente se produce su ampliación y se convierte en templo de referencia. En la documentación extensa que acompaña a este proyecto en licitación se detalla que el templo tenía una factura similar a las iglesias de San Bartolomé y San Andrés con planta basilical y tres naves. El templo quedó abierto hasta 1874 fecha en la que se procedió a su posterior venta y demolición parcial, puesto que quedan vestigios de valor en las viviendas del entorno que se salvaron de este proceso. Entre ellos, destacan restos del ábside, el muro de la sacristía, una capilla y cripta laterales y el arranque de una de las torres.